Recientemente han circulado varios videos en las redes sociales que se centran en una parte muy específica de la vacunación: la aguja. En estos videos, cuando se carga la dosis de la vacuna en la jeringa y se inyecta en el brazo del paciente, la aguja es visible. Pero inmediatamente después de la inyección parece que la aguja ya no está allí. Como consecuencia, se han difundido ampliamente varios mitos, incluido el de que la aguja se deja dentro del cuerpo e incluso algunas teorías de conspiración sobre cómo las agujas contienen microchips.
Hay una explicación simple para este fenómeno: la aguja no se puede ver después de la inyección porque se usó una aguja retráctil. Las agujas retráctiles hacen que el proceso de vacunación sea más rápido, más fácil y seguro para los trabajadores de la salud.
¿Cómo funcionan las agujas retráctiles?
Las agujas retráctiles son productos de un solo uso diseñados con un resorte que tira de la aguja dentro de la jeringa inmediatamente después de que la vacuna o el medicamento se hayan administrado por completo. Después de su uso, la aguja permanece en el interior de la jeringa, lo que reduce la posibilidad de lesiones accidentales por pinchazo de aguja para los trabajadores de la salud o para las personas a cargo del manejo de desechos.
¿Por qué es importante utilizar agujas retráctiles?
El uso de agujas retráctiles es especialmente importante durante las campañas de vacunación masivas (como la de COVID-19), ya que los profesionales de la salud atienden a muchos pacientes en poco tiempo. Esto aumenta la posibilidad de sufrir una lesión por pinchazo accidental al volver a tapar las agujas o desechar las jeringas usadas.
Las agujas y jeringas, además de ser instrumentos vitales en la vacunación, también se consideran una fuente de infección para los profesionales de la salud y el personal de mantenimiento. Las agujas usadas, al igual que otros objetos punzocortantes, se consideran desechos peligrosos infecciosos o biológicos porque los restos de sangre o fluidos corporales pueden ser una fuente de infección para cualquier persona que entre en contacto con ellos.
Hay varias enfermedades de transmisión sanguínea que podrían transmitirse si un médico, enfermera, técnico de laboratorio o empleado de mantenimiento se pincha accidentalmente con una aguja usada de un paciente infectado. Esto representa un peligro importante, y cualquier persona que sufra un pinchazo accidental con una aguja usada debe someterse a pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas durante varios meses. En algunos casos, recibirían tratamiento antirretroviral de emergencia para evitar infectarse con virus como el VIH o la hepatitis B o C, ya que estas enfermedades son crónicas y no tienen cura.
En el caso de las agujas retráctiles, la aguja permanece dentro de la jeringa, por lo que no se pueden reutilizar. Esto las hace más seguras para todos y garantiza que cada paciente reciba una nueva aguja.
Uso internacional de agujas retráctiles
Estas agujas fueron inventadas por Thomas J. Shaw de Retractable Technologies, INC. El diseño ha sido galardonado con varios premios, incluido uno de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los EE. UU., debido a su eficacia y seguridad. Sólo en los Estados Unidos, las agujas retráctiles podrían prevenir más de 1,000 lesiones accidentales por pinchazos que ocurren a diario, lo que representa un costo de más de 1,000 millones de dólares en pruebas clínicas y tratamiento para los trabajadores de la salud afectados.
Referencias
Retractable Technologies, INC. Injection devices.
David Lund. Protecting Patients with VanishPoint Retractable Syringes.
Asepsis Medical Technologies. Needlestick Injury Statistics.
Text escrito por: Claudia Minutti, Imagen diseñada por: Claudia Minutti
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